Ya se acaba el 2020 y para el mundo del fútbol significa que se acerca el magno evento que paraliza al mundo: La Copa Mundial de la FIFA. Y quién más que Qatar, el anfitrión de dicho evento, está alistado su mejor cara para mostrarse ante el mundo como una nación que ha cambiado el rumbo y ahora busca un desarrollo verde.
¿Verde en la mitad del desierto? Pues sí, gracias a la Economía Circular es posible.
La nación petrolera ha incluido a la Economía Circular como parte de su misión estratégica, ejemplo de ello es una planta de captura y almacenamiento de carbono, cuyo objetivo no es más que capturar más de 5 millones de toneladas de carbono derivadas de instalaciones de gas licuado natural. Otro ejemplo es el primer programa de Ph.D. en Economía y Finanzas Islámicas, cuyo foco está centrado en cómo la Economía Circular puede aplicarse a través del sector financiero.
Los edificios de Qatar están siendo dotados de tecnologías que minimizan el uso de agua y energía mediante el uso de sensores electrónicos; empresas emblemáticas como Qatar Airways, ex auspiciador del FC Barcelona y actual auspiciador de Boca Juniors, cuenta con estrategias de sostenibilidad ambiental y eficiencia de combustible de última generación, así como el Metro de la ciudad de Doha que funciona a base de energía solar, son ejemplo de la adopción de la Economía Circular en el país árabe.
¡Pero volvamos al futbol!
Seis años ya del mundial en Brasil, donde la inversión en infraestructura deportiva generaba huelgas, reclamos y protestas por parte de la población, donde se argumentaba que el gasto era excesivo, considerando que las instalaciones serían abandonadas luego de finalizar el mundial.
Esto ha llevado a Qatar a tomar medidas que estén acorde a su estrategia de economía circular: desde la valorización de residuos de construcción hasta el desarrollo de edificios sostenibles.
Y es aquí donde aparece el verdadero protagonista de este blog, el estadio Ras Abu Aboud, con capacidad para 40.000 personas, es la flamante infraestructura creada a partir de contenedores de envío, también conocidos como containers, el cual posee la capacidad de deconstruirse y ser ensamblado de manera fácil, pudiendo los containers ser reutilizados para otros proyectos o simplemente ser divididos en distintos lugares.
Cada bloque modular ha sido personalizado de tal forma que puede dar lugar a baños, puestos de comida y asientos removibles, lo que significó una menor generación de residuos y, por consiguiente, una disminución de la huella de carbono durante su construcción. Sin dudas, un estadio que permite ofrecer la atmósfera que los fanáticos esperan de una Copa del Mundo, que además fue construido de una manera muy sostenible.
Como vemos, la Economía Circular comienza a abarcar no sólo el globo terráqueo, sino que además será protagonista de uno de los eventos más populares del mundo. No cabe duda de que Qatar va en buen camino hacia una economía mucho más sustentable.
Imagen: @roadto2022